Estos días de fríos acribillantes acompañados por un clima de elecciones, parates de consumo y silencios laborales me hacen pensar en mi mamá. No sé por qué. Ayer le mandé un mensaje de texto en el que escribí “Mami, qué frío. UPA!”. Mi mamá me respondió muerta de risa y medio melancólica “me encantaría abrigarte otra vez”.
Me quedó pegado ese mini diálogo y me di cuenta de que cuando nos hacemos adultos a veces nos olvidamos de ser hijos de nuestras mamás y ellas pierden la costumbre de ser las mamás de infantes aunque sigan hablando de nosotros como tales. Está bien debatir acerca de pavadas y algunos temas profundos, compartir compras, médicos, criticar a los otros (los que están fuera del círculo), escuchar monólogos que perdonamos sólo por el hecho de que nos parieron. Pero ser sólo hijo es increíble. Protegidos, abrazados, respaldados porque sí; sin pedir nada a cambio. De hecho, veo a Miranda y Gero tan naturales al demandar abrazos, besos, comida, baños, leche calentita, peine fino, ayuda con la tarea, una peli todos juntos y pijama party. A veces sólo quiero ser eso. Hija. A veces, y quizás, por creer desde muy pequeña en que la autosuficiencia era a los sopapos y repleta de carencias; ahora, por momentos me dan ganas de hacerme un bollito y demandar lo que se me venga en gana sin registrar si me lo pueden dar o si tengo algo a cambio a modo de devolución.
Quiero que mi mamá me haga una sopita de verduras, me tape con una frazada palette y me haga mimos hasta que me quede dormida. Después vuelvo a casa y a todo lo demás. Lo prometo.
Quebranto emocional
Hace 3 días
hola julia.. me meti en tu blog y me encanto.. vos sos lectora del mío. besos
ResponderEliminarQuierooo pero no puedo! Mi mamá está algo lejos! Pero a la distancia recibo siempre un mimo, aunque sea en caracteres de celular!!
ResponderEliminarBuenísimo! No hay que dejar de ser hijos nunca!
Muy tierno el post. Tanto que voy a obviar cualquier tipo de chiste con lo de la leche calentita.
ResponderEliminarBueno, no le prometo. Sí, mejor sí.
Que dulce el post, el mensaje de texto, muy muy lindo...Imagino esa madre leyendo el mensaje de texto y con ganas también de ser mamá como antes...
ResponderEliminarMe parece o mariano está siempre esperando para hacer el chistecito?
Besos, y prometo más pelis para que compartamos en mi blog
Es cierto,a veces nos olvidamos, pero me encanta llamar de vez en cuando a mi mamá para que me ayude o me aconseje y se que a ella le gusta sentirse querida y necesitada de vez en cuando, aunque no lo demuestre
ResponderEliminarMuy tierno y muy necesitado! me da nostalgia porque no puedo hacer lo mismo aunque se que a la manera de Dios mi mama me da sus abrazotes y besos que me llenaron de amor tantos años... ojala todos pudieramos ser hijos... a aprovechar, que las mamas nunca se quejan por la demanda de mimos!!
ResponderEliminarSol
Nunca tuve una madre que estuviera muy dispuesta a darme todas esas cosas, así que me acostumbré a no tenerlas desde muy chica.
ResponderEliminarPero entiendo perfectamente la situación de querer todo eso, aunque no esté a mi alcance.
Sisisisiiiii, mi madre es adorable, siempre hizo todo por mí. Y ahora que vivo sola todavía le pido algunos de esos favores que sé que son medio rompes, pero que son mimos que no tiene problema en hacer por mí. Y a veces cuando hablamos por teléfono, le hablo como niña, parezco boluda! Jaja, pero es que es mi manera de pedirle mimos! Y ella lo retribuye :)
ResponderEliminarBeso! :D
Nunca vienen mal ni están de mas los mimos maternales.
ResponderEliminarNi las sopitas de verdura :D
Besos
Hola Juli! yo aun hoy siento de vez en cuando lo mismo que vos, ganas de que abracen, me mimen(me encantaba que me cuiden cuando estaba enferma, todo era atencion para mi!!!),y ahora tambien me gustaria, aunque ya no los tengo, igual siempre tengo en mi corazon todos esos hermosos momentos y los vuelvo a revivir cuando ando necesitada. A veces uno se cansa de ser adulta todo el tiempo, no es cierto? Muy lindo el post de hoy, besos
ResponderEliminar¡qué lindos que son los mimos de mamá! algún día también alguien (o alguienes jaja) se sentirá tan bien en mis brazos como yo en los de mi mamá :)
ResponderEliminarque lindo todo lo que afloró con esto de los mimos! jajaja... como todos en algun lugar, queremos volver a ser chiquitos, inclusive Mariano que siempre deja su sello con el doble sentido...jajajaja besooo
ResponderEliminarsi las circunstancias no lo permiten, quizás podrías buscar una mamá sustituita. yo tengo una amiga de la edad de mi vieja que funciona muy bien .
ResponderEliminarHola Julia, hermoso tu post. Al leer pienso que todos pensamos en el acto en nuestras madres, tan parecidas o tan distintas. Yo creo que cuando existe una linda experiencia como hijos, de disfrutar, vivir intensamente, se llega a madre (padre) con pocas dudas y mucho amor. Es una idea. Saludo.
ResponderEliminarEl hijo de Guido quiere lo mismo...
ResponderEliminarQue lindos esos mimos en epoca invernal. Quiero.
ResponderEliminarpor ser hijos y portarnos como tal toda nuestra vida
ResponderEliminarSALUD
Amén y todo
Somos hijas siempre y para siempre. Sabés que recién ahora entiendo a mi mamá?? Mi hija (más allá de que es chiquita todavía) va a ser mi bebé por siempre y para siempre, no hay vueltas.
ResponderEliminarSiiiii...
ResponderEliminar...sopa de mi mamá...!!!
Mirá que la hago al lado de ella y no me sale igual.
es que ser hijo es taaaan lindo! y ser mamá es maravilloso y sí uno los ve tan chiquitos...igualmente, y hoy sobre todo tengo más necesidad de mimos, de no preocupaciones que nunca. Estoy pasando unos días medio especiales y creo que de ahi viene mi necesidad de hacerme pequeña... ya va a pasar. besos p todos! disfruto de leerlos
ResponderEliminarESE AMOR QUE NO TIENE COMPARACION ...Y ESA CORAZA QUE NO SE ENCUENTRA EN NINGUN LADO..MUY LINDA ENTRADA BSS
ResponderEliminarVíctor Bo me pidió lo mismo. Todos sabemos como terminó la cuestión.
ResponderEliminarEstá invitada a jugar en mi blog...Cuando guste.
ResponderEliminarBesos
julia, jaja, estás también invitada en el mio, solo que esperé un tiempo por si pasabas. Tenés dos invitaciones!
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