sábado, 27 de junio de 2009

Ser Hija por un Ratito

Estos días de fríos acribillantes acompañados por un clima de elecciones, parates de consumo y silencios laborales me hacen pensar en mi mamá. No sé por qué. Ayer le mandé un mensaje de texto en el que escribí “Mami, qué frío. UPA!”. Mi mamá me respondió muerta de risa y medio melancólica “me encantaría abrigarte otra vez”.

Me quedó pegado ese mini diálogo y me di cuenta de que cuando nos hacemos adultos a veces nos olvidamos de ser hijos de nuestras mamás y ellas pierden la costumbre de ser las mamás de infantes aunque sigan hablando de nosotros como tales. Está bien debatir acerca de pavadas y algunos temas profundos, compartir compras, médicos, criticar a los otros (los que están fuera del círculo), escuchar monólogos que perdonamos sólo por el hecho de que nos parieron. Pero ser sólo hijo es increíble. Protegidos, abrazados, respaldados porque sí; sin pedir nada a cambio. De hecho, veo a Miranda y Gero tan naturales al demandar abrazos, besos, comida, baños, leche calentita, peine fino, ayuda con la tarea, una peli todos juntos y pijama party. A veces sólo quiero ser eso. Hija. A veces, y quizás, por creer desde muy pequeña en que la autosuficiencia era a los sopapos y repleta de carencias; ahora, por momentos me dan ganas de hacerme un bollito y demandar lo que se me venga en gana sin registrar si me lo pueden dar o si tengo algo a cambio a modo de devolución.

Quiero que mi mamá me haga una sopita de verduras, me tape con una frazada palette y me haga mimos hasta que me quede dormida. Después vuelvo a casa y a todo lo demás. Lo prometo.

miércoles, 24 de junio de 2009

Blancos y Radiantes

Estoy registrando ciertos mecanismos. Recordándolos como repetidos en el transcurso de mi vida y, aunque me dé un poco de pudor, necesito contarlos. He notado, últimamente, que tengo un vicio. Si viajo en subte o colectivo, si estoy en un bar o en una reunión cualquiera y algún hombre me mira y me parece interesante (por sus gestos y movimientos corporales, por sus ojos, por el libro que lee o sólo porque es bellísimo) le devuelvo la mirada e imagino cosas. Y por un ratito me enamoro.

Imagino sus historias, sus separaciones, sus heridas, sus gustos, sus puntos débiles. Fantaseo con el amor, los viajes por el mundo, la pasión de esos primeros tiempos. En mi cabeza esos hombres son cineastas, músicos, poetas, artistas plásticos, arquitectos o chefs porque obviamente tienen un alto nivel de sensibilidad. Siempre me pongo de novia con ellos durante los diez minutos que los tengo delante.

El problema es que me gusta gustar. Por ejemplo, mi hermana que es psicóloga decía que yo no podría hacer terapia con un hombre porque intentaría seducirlo. A mí me causaba gracia cuando lo repetía, pero ahora pienso en que es muy probable que ante un terapeuta masculino insista en un noviazgo platónico. El punto es que lo platónico es sentador por unos días y después se vuelve insoportable, con lo cual ayer también imaginé a un psicólogo hombre echándome a patadas de su consultorio por loca, por histérica.

Tuve tantos novios imaginarios. Inventé tantas historias. Muchas veces llegaba a casa exigiéndole a A. cosas que habían sido contratadas con mis amores de la fantasía, pidiendo cosas que, claro, él no podía adivinar. Me pasa algo buenísimo desde hace un mes y es que ahora esas historias las escribo. La que se pone de novia es otra mujer (que siempre tiene algo de mí), el novio es el que miro en el subte, en el colectivo o en un bar y las historias se enriquecen porque además no hay nada que reprimir.

Y hace 4 semanas que no molesto. Que no exijo nada y además puedo disfrutar mucho más de las sorpresas u ocurrencias de A. Tanto que me vuelvo a enamorar de él y entonces las frustraciones son menos y entonces como menos y entonces adelgazo más. Porque sí, todo está relacionado con todo.

viernes, 19 de junio de 2009

Mi psicológa y yo

Hace dos años y unos meses que empecé terapia con Fabi. Hice un montón de análisis en mi vida, pero esta vez fue distinto. Quería probar con la línea sistémica que por lo que me habían contado se abordaba de una forma más interactiva, más vincular entre el terapeuta y el paciente y mucho menos emparentada con el pasado. Ayer fue una sesión especial.

C.: Hacía tiempo que no pasaba por un día tan angustiante.
Fabi: Pero qué pasó?
C.: Es que siento que estoy de duelo, que me estoy despidiendo... Hoy a la mañana puse La Metro y no estaba Peña y me puse a llorar. Y me di cuenta de que no estaba llorando por Peña. Hace mucho tiempo que conozco su laburo pero hace dos años y pico que empecé a escucharlo todas las mañanas. Y su muerte me remite a la muerte de un montón de cosas. Te das cuenta de que empecé a escucharlo desde que vengo acá?
Fabi: Qué loco, no? Justo se muere cuando estamos a punto de llegar a tu alta. Pero quiero volver a este tema de la despedida. Te estás despidiendo de tus viejos refugios?
C.: Tal cual. Todos mis escondites más conocidos, los que para mí son accesibles pero, al mismo tiempo, nocivos. Ya no puedo acudir a ellos. No me sale naturalmente refugiarme en una porción de cheesecake, en mi adicción a la adrenalina, en querer resolver todo, en fantasear con lo inalcanzable o con lo irreal.
Fabi: Pero Caro, eso es buenísimo!
C.: Si, lo sé. Sé que es buenísimo pero tengo que reformular nuevos refugios y mientras tanto es como si me hubiesen dejado en bolas y en carne viva pasando tormentas y días de sol implacables. Duele y creo que por eso hoy es un día angustiante. Porque en un punto estoy despidiéndome de cierta inocencia, de mi parte naif, de todo lo que caducó.
Fabi: Nunca te vi tan vulnerable como hoy, tan femenina en cuanto a demostrar que necesitás apoyo. Hoy estás triste y dejás que te veamos triste.
C.: Si, estoy angustiada.
Fabi. No, Caro. Estás triste. Es diferente. Decilo.
C.: Sí. Estoy triste.

Se me llenaron los ojos de lágrimas. Y "MI" psicóloga se levantó de su sillón, se acercó, se sentó en el mío y me abrazó. Me conmovió. Y lloré, lloré tanto. Y mientras lloraba pensé en cuanto mejor estaba, en el buen trabajo que habíamos hecho juntas, en que muy pocas veces había lagrimeado en sesión y en que ese momento iba a ser determinante e inolvidable. Y, después de cinco noches insomnes, dormí plácida.

miércoles, 17 de junio de 2009

El verdadero significado de este blog

Este espacio tiene un significado y a casi un mes de su estreno me gustaría contarlo. Mi intención nunca fue escribir un sinfín de oraciones relacionadas a bajar de peso, las dietas, las calorías, la obsesión por la imagen y demases.

Empiezo el lunes representa la necesidad de expresarme pero, por sobre todas las cosas, de analizar lo que el cuerpo y la salud significan en mi vida y, quizás, en la vida de muchas personas más. La comida o el acto de masticar es un símbolo de mi adicción, de mi carencia. Cada uno tiene su mambo: algunos fuman, otros toman drogas o trabajan 24 x24, algunos tienen sexo tres veces por día están los que se quedan en la cama y no pueden salir, algunos no pueden terminar lo que empiezan, otros tantos no logran comprometerse con nada, y podría pasarme el día enumerando (mambos).

Mi vida está signada por las subidas y bajadas de peso. Marcan un momento en mi existencia y desde la femeneidad absoluta se me ocurrió que iba a estar bueno abordar el tema. Abordarlo desde lo cotidiano: las relaciones, los vínculos, el HUMOR, las fantasías, las emociones, el arte, la cultura. Porque en mí, el tema del peso está ahí siempre. Es aquello a lo que tengo que estar atenta.

Las crónicas del descenso de mis diez kilos de más son una realidad absoluta y el fin fue sentirme acompañada por la expresión de mis propios pensamientos pero más aún por los de los lectores porque suman tanto! Porque los grupos de pertenencia existen por algo y claramente tienen que ver con las identificaciones.

La idea, entonces, fue reflexionar acerca de estos abatares más femeninos que masculinos pero sin discriminación de géneros. Porque como comentaba un lector hombre el "empiezo el lunes" lo podemos aplicar a cualquier cosa. Qué problema tenemos con hacer lo que nos hace bien? Aquello que equivale a un espacio propio y bien egoísta: desde ir al gimnasio y tomar clases de origami hasta hacernos un control médico o simplemente mirar el techo!

Pensaba que me tomó 20 años de mi vida decidirme y darme el permiso de hacer un taller literario cuando desde chiquitita me la pasaba escribiendo sobre mi emoción! No es tragicómico? Y ahora Empiezo el lunes también se trata de sublimar, de encontrar ese espacio para descargar, para sanar heridas, para descansar. Porque, discúlpenme que me ponga maestra ciruela, pero para mi Freud se equivocó y la sublimación no es un mecanismo de defensa sino el método por excelencia para estar mejor, para sentirse bien. He dicho!

domingo, 14 de junio de 2009

Eterno Resplandor de un Carbohidrato sin Retorno

El viernes dije "como estos chocolates y listo";
El sábado comí pizza casera y pensé "y bueh, ya fue. Fin de semana perdido";
Hoy comí pochoclo en el cine y repetí "empiezo mañana, lunes";
Y recién acabo de emitir el siguiente pensamiento "ups, mañana es feriado. Asi que empiezo el martes". Lo dije y experimenté un sobresalto de espanto. Como si estuviera viendo "La Llamada"o "El grito".

Cada carbohidrato de más no tiene retorno. Se acumula en mi. Los gramos y los kilos me preocupan pero lo que me duele es la inconstancia, el abandono, la inconciencia. Los pensamientos nocivos se vuelven resplandor y es como si me marcaran un camino que persigo, zombie, sin evaluar riesgos y consecuencias. Me estoy excusando constantemente y en algún punto me estoy castigando por algo, o, quizás, soy una adicta a los carbohidratos y nada más. No puedo seguir así! Estoy tan angustiada. Cuando como tanto, además de sentir la panza llena, siento que la garganta se me cierra, las manos se me hinchan y es como si se me inflaran las emociones. Entonces tengo dos opciones: registrar y empezar de nuevo o atragantarme con cuanta caloría se me atreviese por el camino.

Casualmente este blog y esta dieta a medias, fueron iniciados un día feriado. Asi que vuelvo a la fuente. Quiero concentrarme otra vez. Estoy en el mismo peso hace dos semanas y hasta me da verguenza decirlo. Recién llego a casa despues de una jornada de salida en familia y los primeros pensamientos son estos mismos que expreso. No tengo que pensar más. No tengo que tomar decisiones. Simplemente tengo que hacer o no hacer; tengo que concentrarme y nada más. El marco de la decisión en una dieta puede ser la excusa más larga de nuestra existencia. Así que retomo en este mismo instante. Marche un litro de agua para desintoxicar. Un cliché, sí. Y qué?

viernes, 12 de junio de 2009

El Multitasking

Miles de investigaciones hablan del multitasking, de las nuevas generaciones aptas para realizar varias actividades al mismo tiempo. Y, claro, la gran referente es la mujer. Ahí va un ejemplo:

-Me levanté a las 7 como todos los días. Desperté a Gero y Miranda, puse el agua para la leche y mientras se calentaba me pesé, anoté mi peso, me vestí, me pinté una pestaña. Serví la leche, nos sentamos a desayunar, terminé con la otra pestaña, firmé los cuadernos de comunicaciones. Les di un beso y salieron con su papá hacia el colegio. Me cambié dos veces frente al espejo, cargué la cartera y salí hacia una reunión. Mientras esperaba, mandé mails de trabajo, retoqué el guión del acto del día de la bandera para el jardín de Miranda (actuamos los papás), busqué unas estampas para la colección primavera verano que estamos diseñando (nuevo proyecto textil familiar), y anoté algunas ideas para el taller literario.

Llegó mi cita. Hablamos de estrategia comunicacional. Terminamos y pasé por la casa de pastas para comprar algunas para la cena. Fui a buscar a Miranda al jardín, almorzamos, le di besos para que durmiera la siesta y me fui a un taller de moldería en La Tablada. LA TABLADA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Taaan lejos!!!!! Es increíble lo alejados del mundo bonaerense que estamos los que vivimos en Capital. Tuvimos una reunión muy productiva. De ahí, la contracara en Palermo con una diseñadora de ropa de chicos que quiere hacer medios para el día del niño. Pedí turno para dentista, pediatra, ginecóloga y peluquería para que padre e hijos se corten el pelo. Volví a casa, le di una mano a Gero con la tarea, hice las compras por Internet, leí un par de blogs amigos, puse la mesa, cenamos. Me bañé, charlamos con Anibal acerca de proyectos, nos reímos de algunas cosas mientras me quitaba la pintura y así, sin pensarlo me desmayé hasta la 7 de la mañana de hoy.

Siento que vivo una carrera contra el tiempo. Es el tiempo lo único irreversible. Es el tiempo lo que me angustia, lo que busco, lo que me mueve. Quiero más tiempo! Releo lo que escribí y me asombra todo lo que hice. Hay días que me encantan y me hacen sentir poderosa; pero hay días como ayer en los que pienso que el feminismo es un blef. Que hay algo de extremo en todo ésto. Y a veces fantaseo, de un modo ridículamente ingenuo, con ser millonaria y dedicarme a hacer cursos, viajes y masajes!! Y ver muchas muchas muchas películas y, en tren de sueño -ya que estoy- me quito los casi nueve kilos de más.

miércoles, 10 de junio de 2009

La Duda

La semana pasada fue un fallido. No sé si hacer la dieta de las 600 calorías o la de 1300. No se si Ravenna o Cormillot. A veces me agoto. Y no quiero saber nada!

Y encima los días féminos me envuelven. Y a veces me ponen triste, a veces eufórica, otras filosófica y, muy de vez en cuando, me vuelven iracunda. Creo que estoy así. Con ira. Y entonces muerdo.

lunes, 8 de junio de 2009

El Otro Hombre de mi Vida

Ayer fue el segundo día que Gero levantó fiebre. Y entonces nos fuimos al hospital. Una simple gripe estacional. Cada vez que mis hijos tienen un malestar, aunque sea mínimo, no paro de reaccionar y tomar decisiones pero cuando me relajo quedo conmovida.

Gero tiene 9 años y es el Niño-Hombre más inocente y sensible que conozco. Habla cuando lo necesita pero cuando lo hace es con facilidad, tiene el don de la palabra exacta. Lo que vé, lo describe; cuando experimenta es con toda su existencia y mantiene un halo de ingenuidad sabia por siempre.

A los 4 años. En plena etapa de feria de arte anual del jardín. Gero en el balcón.
Gero (pateando la pelota): La tiene Van Gogh, se la pasa a Dalí, la lleva Picasso…. GOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOL DE PICASOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

A los 5 años. Entramos a una iglesia por el bautismo del nene de una amiga.
Gero (susurrando): Mami?
C. (susurrando también) Qué, Gero?
Gero: (señalando el Cristo enorme que lo enfrentaba) Viste quién está ahí?
C. (impresionada por el sufrimiento de ese Cristo y en particular por lo que Gero iba a decir) Quién Hijo??
Gero: Está Tarzán, mami!!!!! Y está trepando!!!!

A los 6 años. En casa.
Gero: Entonces los Reyes y Papá Noel son los papás?
C. y Aníbal: Si, Gero. La verdad es que sí.
Gero: Entonces el Ratón Pérez también son los papás…
C. y Aníbal: Si, hermoso! Estás triste?
Gero: No, no. Pero (con estrellitas en los ojos), entonces cuando me voy a dormir ustedes se hacen chiquitos para dejarme la plata del ratón debajo de la almohada??

A los 7 años. En el colectivo.
Gero: Vos sabés mamá que hay hombres que se enamoran de hombres y mujeres que se enamoran de mujeres y que se llaman gays?
C.: Sí, Gero. Es así. Pero vos cómo sabés? Quién te contó y porqué?
Gero: Facu nos dijo. Pero mamá (con un tono preocupado) ellos saben que no van a poder tener hijos??
C.: Claro Gero. Son adultos.
Gero: Vos conocés algún gay?
C.: Viste mi amigo Juan…
Gero: JUAN ES GAY?????????? Vos le avisaste que no va a poder tener hijos???
C. (muerta de ternura) El ya lo sabía Gero. Quiero decirte algo igual. A veces a las minorías se las maltrata y se usan palabras horribles que descalifican. Como “puto” por ejemplo en cualquier contexto. Y uno tiene que tener cuidado porque no sabe qué le pasa a los demás.
Gero: No te preocupes mami. Entiendo. Hay negros, hay judíos y hay gays. Y está todo bien!

Hoy. Me pesé y esta semana no bajé ni un gramo. Me senté en la cama y con enojo me quedé mirando la nada. Gero que no fue al cole pasa y me vé.
Gero: Qué pasa?
C.: Nada, por?
Gero. Algo te pasa. Qué pensás?
C. Nada, Gero. Es lunes y me cuesta levantarme.
Gero (se acerca y me abraza). Te quiero mucho. Ya va a pasar. No es grave. Me hacés la leche?

Y, así, muerta de amor me fui flotando hacia la cocina. Sabiendo que las palabras de mi hijo no podían ser más simples y más ciertas. Asi que sí, una nueva semana comienza.

jueves, 4 de junio de 2009

S.O.S.

A los seis años adquirí una habilidad, una característica. La curiosidad por los sabores. Casualidad? No creo en ellas. Pero de niña prefería las batatas a las papas; las aceitunas a los chizitos; las frutillas a las bananas; los alcauciles y espárragos a los tomates, las costillitas de cerdo a las milanesas.

Siempre probaba. Estaba dispuesta a degustar todo. Si en mi niñez hubiera existido elgourmet.com probablemente hoy estaría internada de por vida en la clínica de Cormillot.
Después se sumaron las pastas rellenas, los champignones, las frutas secas, los pescados, los chocolates, los quesos fuertes, y sí podría seguir de por vida enumerando todos la comida que me cautiva (que en realidad es casi toda).

Ahora bien, estudié Comunicación y Periodismo y "la palabra", "la construcción del lenguaje" representan una debilidad (otra más) para mi vida. Después de experimentar en agencias, decidí formar la mía y nos dedicamos a la comunicación creativa y estratégica. Trabajamos con marcas dirigidas al consumo (gourmet, moda, belleza, decó, arte) sin embargo y sin buscarlo, el 70% de nuestros clientes son gourmet. Es ésto una prueba que el destino interpone en mi camino hacia mis diez kilos de menos?? Pasaron más de 30 restaurantes, 5 cadenas de pastelerías y confiterías increíbles, bodegas, aceites de oliva boutique y más.

Pura causalidad! Alma de gorda! Estudié comunicación en lugar de cocina e igualmente estoy ahí; oliendo, degustando y teniendo sensaciones orgásmicas con algunas recetas. Cómo es posible que de todas los mercados en el mundo haya caído en el que más amo y odio al mismo tiempo! Sé la respuesta y aunque por momentos me desvela, también lo disfruto.

La semana que viene tengo una prueba de carta y una degustación de vinos. Ustedes, discúlpenme, pero aunque digan que es lo que un verdadero sommelier hace yo no puedo escupir cada sorbo de vino. ME NIEGO! No sé cómo darle un solo mordisco a cada preparación que me sirvan. Y lo peor es lo que me pasa después. Hay sabores que se quedan inmantados en el paladar y van mutando, algunos explotan como fuegos artificiales, otros me retrotraen a épocas, a momentos, a espacios; y yo, debo confesar, entro en trance. Así que necesito hacer una lista de las actividades que realizaré después de pasar por cada degustación. La idea es no seguir comiendo! Espero consejos!!! Hoy Más que Nunca!

miércoles, 3 de junio de 2009

Adelgázame

Cuando exploté, unas o dos veces, el jean de siempre pasé por situaciones muy parecidas. A enumerar:

-Lloré dos días seguidos tirada en el piso siendo la traba entre el interior y la puerta de la heladera (como en 9 semanas y media pero sin el sexo desenfrenado);
-Le eché la culpa al lavarropas por achicar mis prendas y convoqué una junta de técnicos de la empresa Drean;
-Planifiqué, obsesivamente, una dieta semanal que constaba de agua y caldo;
-Salí a caminar dos horas por día durante una semana desesperada;
-Me anoté en Aerobic (pasé por 20 clases distintas y duré en una porque me encantaba el profesor);
-Tomé clases de gimnasia acuática (éramos 20 viejitas divinas y yo);
-Practiqué tenis;
-Me pesé más de cinco veces por día;
-Me anoté en el Dieta Club (Plan Gold) y Leí el Pasarporte al Bienestar desde el principio hasta el final de corrido;
-Inicié el tratamiento con Sergio Iribarren (con presencia diaria durante los siete días de la semana);
-Bajé del placard la ropa encajonada (tengo un crisol de talles);
-Vestí de negro durante semanas;
-Me enojé con cuanto ser vivo se cruzara por mi camino;
-Recurrí a masajes linfáticos;
-Me aglotoné con litros de Villa del Sur;
-Estuve cautiva en mi casa sin salir durante un par de fines de semana seguidos para no tentarme;
-Firmé un pacto con mi abogado interior para alcanzar al "mantenimiento";
-Vi mi imagen en el espejo y visualicé la explosión de mi cuerpo;

Y acá estoy con mis diez kilos de más de siempre, dispuesta como nunca. Despierta. Ordenando mis prioridades. Buscando bajarlos pero concentrada también en adelgazar mi autoexigencia, mis emociones, mis expectativas, mi narcisismo, mi omnipotencia y mi locura. Bien, no?

lunes, 1 de junio de 2009

Un Té y un Gurú

En el departamento de "Aguirre", así llamábamos a nuestra casa de Almagro hace casi 28 años, conocí a Lorena. Teníamos cinco años y el edificio era como un condominio con jardín. Yo llevaba mi triciclo y ella un hilito del que colgaba un peluche sucio simulando ser su mascota. La miré. Me Miró. Nos sonreímos y ahí comenzó nuestra amistad. Compartimos cuartos, juguetes, historias fantásticas, cornisas, tuttifrutti, ahorcados, los padres, los abuelos, elásticos, horas de teléfono, Clave de Sol, los primeros corpiños, los primeros asaltos, la vida. Nunca los colegios.

Al terminar el secundario algo pasó y comenzamos a entendernos cada vez menos. No nos quedaba casi nada en común. En plena era menemista, un día me llama eufórica diciéndo que después de tanto buscar había encontrado lo suyo y que era lo espiritual, el insight, la era new age, juan cruz bordeaux y es todo lo que recuerdo porque sinceramente mi estado de shock sólo pudo retener palabras sueltas.

Ahí se dió el quiebre. Ahí perdimos cotidianeidad y comenzamos a vernos, por respeto a nuestra infancia y recuerdos, sólo en fechas de cumpleaños, fiestas de concubinatos, embarazos, partos. No puedo olvidar el día que nació Miranda. Lorena entró, me miró y vió mis lágrimas arrebatadas, la alzó a upa, la miró, le tocó la cabeza y me dijo "tu hija es una niña cristal". Sí! No me dijo es hermosa, se parece a Mongo, y te felicito. Afirmó es una niña cristal y, así con puntos y todo, casi me levanto de un impulso para sacarle a mi nena índiga de sus brazos!

Lorena cumplió 33 y sus festejos son cada vez más aburridos. La temática de ayer fue un Té en Casa. Fui con otra amiga que compartimos. El plan era estar juntas para no sufrir tanto. Llegamos, había desfiles de tortas y cosas dulces, Té y, por suerte, un espacio en la mesa de cosas light muy ricas. Allí nos sentamos. Comenzamos a asimilar el living con la mirada y nos encontramos con un grupo de mamás "amantes de las escuelas Waldorf".

Mamá Waldorf: Es genial; los chicos salen del sistema. Se relacionan con animales, nada es obligatorio, no tienen tarea. Conocés estas escuelas?
C.: Me hablás a mi?
Mamá Waldorf: Si,claro! Hacete amiga!
C.: No, lo que pasa es que a mí me gusta la escuela como institución. Y busqué una escuela privada lo más parecida posible a una escuela pública.
Mamá Waldorf: Sí, pero viste que tienen muchas obligaciones y no se conectan con la naturaleza y los llenan de yogur, danoninos y leche.
C.: Pero eso que tiene que ver?
Mamá Waldorf: Es malísimo para la salud de nuestros hijos
(Inevitablemente se reprodujo en mi interior la música que acompañanaba al Doctor Socolinsky).
C. (ya algo sínica y con el objetivo de sacármela de encima): te prometo que voy a averiguar.

De qué habla esta gente? Sus hijos viven en una burbuja, señores y cuando se encuentren con la vida real van a sufrir el cuadrúple de lo que sufrimos el resto! Me revienta lo sectario, me hace mal, me genera rechazo, soy racista de lo fanático y tiemblo espásticamente cuando escucho semejantes boludeces.

Lorena estaba con luces en los ojos, nos miraba cómplices y asentía como diciéndonos "las voy a sorprender". Aplaudía y gritaba "chicas chicas, vayan a hacer pis que cuando empiece
"la actividad", nadie se va a querer levantar".

Sinceramente nos parecía cliché, pero pensamos que iba a traer a unas de esas charlas de sexo en las que venden juguetes para el amor y esas cosas. Nos preparamos en el living, nos sentamos y aparece un tal Roberto Máximo con cara solemne explicando, "estoy acá para hablarles de la vida, de la aceptación, de la autoestima y de cómo vivir mejor". Dejé de sentir la sangre fluir, los músculos de mi cara se congelaron porque pensé "este tipo en cualquier momento pone música y empieza a sacarse la ropa". Pero No. Impostó la voz y se puso a hablar básicamente de historias de autoayuda, de folletín pedorro, del sufrimiento. Me sentí dentro del programa "No sufra más" de los pastores de América (que dicho sea de paso para los sociológos es una clase magistral) y recordé a Nacha escribiendo en el viejo espejo de Canal 7 con rouge "Me gusta ser Mujer".

No podía creer lo que estaba viviendo. No podía entender la cabeza de Lorena. No pude dilucidar las caras de sorpresa de las concurrentes Algunas lloraron emocionadas por lo que este sángano decía, otras se abrazaban y asentían identificadas y él, las tocaba también para calmarlas y darles su bendición.

De más está decir que después de una hora y cuarto de martirio, me levanté, saludé a Lorena y le dije Feliz Cumpleaños.

Lorena: Ya te vas?
C.: Si, Lore. Tengo que preparar uniformes de los chicos, las cosas de mi laburo.
Lorena: Bueno, pero hoy es más importante. No?
C.: Bueno, pero ya estuve. No seas rompe.
Lorena: Te gustó el profe? Viste que genial?
C. : La verdad no me gustó pero lo importante es que a vos te guste.
Lorena: Comiste? Estaba todo rico?
C.: Por suerte comí muy poco, pero lo que probé estaba muy rico.
Lorena: Bueno Caro, Chau.
C.: Chau.

Y me fuí con un "hasta nunca resonando en mi cabeza". Triste porque sabía que era el final absoluto de nuestro vínculo y feliz porque la sorpresa me dejó sin hambre y además tras siete días bajé un kilo doscientos!